Aunque aveces tengo buenas ideas, en General No

jueves, 16 de julio de 2009

Love, love love


Agita la mano. Se despide nuevamente de mi, con su mirada nerviosa y el vientito que provoca el moviemiento, le vuela el cabello y hasta los sueños. Se transforma en uno más, en un ser igual, pero distinguido por su Adiós. La despedida poco enamorada que mas conforme he recibido... Y si hoy tuviera que llorar no sería justamnete porque él se ha ido; más bien porque quien se tiro por la borda he sido yo.
Ya he acostumbrado mi cuerpo al abandono y asemejando mi imagen a la más ínfima e incoherente criatura, soy ahora quien espera que regrese, que me abrace, que se sienta confundido... Que olvide sus mentiras, que crea en mis verdades.
De hecho cuando me deje de nuevo, voy a recordar su mirada inocente, pero fuerte y la sonrisa que mas esporadicamente regaló en su vida.
Si me vuelven a dejar, será como Firmar el documento de la verdad; como resignarme a ser menos que esto.

2 comentarios:

  1. No puedes resignarte a aceptar el abandono como algo que te mereces. En la vida nos abandonan a menudo y alguna que otra vez nosotros tambien lo hacemos. Lo único que cuenta es seguir fieles a nosotros mismos y a aquello que realmente deseamos. Es precioso lo que has escrito, me he sentido partícipe de esos sentimientos q yo misma he vivido muchas veces. un saludo y hasta pronto:)

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  2. resignarse a ser menos, pero luego de haber crecido... vale la pena. es como tomar peyote, creciste espiritualmente a pesar de la resaca.

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