Lo poco que presta atención la gente a los sucesos visuales que les pasan por al lado, con los cuales conviven, me molesta. Ayer descubrí que hay un único girasol que se eleva en un basural en la esquina de donde voy con mi amiga Gaby a hacer gimnacia. Cada barrio es un mundo, y este en el que vivo yo, es un mundo mucho más maravilloso. A pesar de todo, hay paz. A pesar de que mi vecino venda merca y todas las noches prenda fuego, baile y cante (gritando) a su al rededor; mi barrio es hermoso. Si vieran el espectaculo que ofrece esa flor tan imponente, amarilla, gigante, entre la basura de una esquina... Nutriendose, como todos nosotros , de lo poco que le llega, de lo poco que consigue, para cubrir sus necesidades básicas [Sol, Agua Contaminada, Aroma confuso].
Mientras eso ocurre por un lado... Por el otro nos invaden las libelulas sedientas. Se tambalean a pocos metros sobre la superficie y apenas levantas la mirada, se organizan entre ellas y bailan. Se siente realmente liberador ir caminando y que de repente te rocen, te secuestren y transporten a otro mundo... más real. O será que para mi esa es la realidad, y no esta; en la que todos se pelean por un pedazo de "algo" sin saber qué es, de dónde viene ...e incluso sin saber el por qué de la Guerra. Prefiero el Amor. Y prefiero ver las libeluas danzando, los girasoles sobreviviendo... prefiero sentir respiraciones; soñar tan fuerte y perder la noción. Prefiero el amor.
Utopico...
ResponderEliminarme enamora esa forma tan risueña y tan ingenuamente soñadora que tenés.
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