Aunque aveces tengo buenas ideas, en General No

lunes, 8 de noviembre de 2010

Otro día soleado

Pobrecito!
Lo perseguí tanto durante años. Le hice la vida imposible... Lo imaginé en el cielo entre las nubes, hablandome como el Rey León a su hijo Simba. Le hablé de cosas insoportables para sus benditos oidos... Le dije que jamás iba a poder olvidarme: le mandé la maldición. Me abracé a su cuello gordo y lloré. Le marqué para siempre su estúpida vida de partituras y claves de soles. Ensucié su mundo de pulcro algodón estampado con superhéroes... Lo soñé muchas veces. En mis sueños le pedía matrimonio, lo invitaba a volar de mi mano... y él aceptaba. Ibámos de luna de miel en un barco volador, a lo Tonigth tonigth; teníamos hijos de cabeza redonda y ojos de huevo. Comiamos del menú vegan. Escuchábamos música de la buena y todo... lejos de acá, de la mierda.
Pero Pobre, le compliqué tanto la vida, ayudandolo... molestandolo, teniendolo siempre presente de manera obsesionada y apasionada... él no tuvo otra opción. Eligió irse de mi mundo para no seguir siendo herido por mis malas jugadas, mis balazos verbales, mi flojera existencial. Él no me soportaba. No soportaba mi inestabilidad... ni tampoco que lo amaran tanto. Él queria un mundo diferente... donde todos corran en bolas gritando "Uk Not Ok!". Él quería descompromenterse de la realidad. Él deseaba que nadie lo quiera tanto como yo, por eso jamás me devolvió nada. Agredezco que se haya ido. Agradezco que haya tomado esa decisión. Que se haya colgado de su propio final. Que haya sido fiel a su instinto masculino, y haya huido de toda Responsabilidad y Aceptación de la realidad. Que haya escapado por la puerta de atrás... como un prófugo.Y que su última frase hay sido "Yo También Te Odio".
Voy a llorar su muerte hasta que no me den mas los ojos y la angustia; pero después quedará sólo de él una foto y unas flores... Y SU CUERPO QUE SE PUDRA BAJO TIERRA.


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